miércoles, 29 de diciembre de 2010

TEMPESTAD

Siento un dolor terrible en mi pecho, como si una tempestad de sentimientos y pensamientos oprimieran mi corazón, siento que cada vez estoy más cerca tuyo, pero a la vez más lejos de tu corazón.
Desde ese día en el que por fin él me dirigió la palabra nuestra relación había mejorado. Empezamos a quedar entre nosotros para ir a nadar a la misma hora y así poder estar los dos juntos y a la vez solos ya que acostumbrábamos a ir por la tarde cuando ya apanas había gente. Poco a poco empezamos a hablar sobre nosotros, nuestros gustos, intereses.... Así aprendí muchas cosas sobre el como que tenia 18 años, que vivía a un par de calles de mi casa y que le gustaban las motos. Cada vez nos fuimos haciendo más amigos, llegábamos a la vez a la piscina, nos cambiábamos juntos en el vestuario y luego nadábamos los dos juntos, haciendo algunas veces competiciones entre nosotros en la que el siempre acababa ganándome por bastante ventaja. Después, como siempre, nos íbamos quedando solos en el gimnasio, asique cuando salíamos del agua y entrabamos en el vestuario, este estaba vació. Teniendo todo el vestuario para nosotros solos siempre solíamos sentarnos juntos en los mismos sitios al final del vestuario, junto a las duchas. Tranquilamente y conversando entre nosotros, nos íbamos quitando los bañadores mojador, los dejábamos junto a nuestras cosas y íbamos los dos juntos a las duchas, siempre a las dos ultimas duchas.
Mientras nos duchábamos, conversábamos y reíamos sobre temas de nuestras vidas. Conforme fue cogiendo confianza me fue contando cada vez más cosas sobre el. Me dijo que había tenido una novia recientemente y que lo acababan de dejar, según el no estaba enamorado de ella. Cuando me dijo esto me pregunto también sobre mi vida sentimental, lo que me hizo dirigir la mirada al suelo de las duchas. Si supiera todo lo que yo sentía por él.... Le respondí que no, no tenia pareja, poniéndole como excusa que no me apetecía estar con nadie, que cuando llegara el momento no me importaría tenerla, pero ahora prefería estar a mis cosas. En ese momento me dieron ganas de confesarle lo que sentía, pero el miedo al rechazo, a que me dejara de hablar, me hacían callármelo. Lo único que me atreví a decirle fue que en realidad si que sentía algo por alguien, pero que era algo imposible y que estaba fuera de mi alcance. Él me contesto que eso no era cierto, que no había nada imposible y que debería intentarlo. Tras escuchar esto, volví a sentir un dolor en mi pecho, me dieron ganas de besarle y decirle que le amaba, pero los miedos y las inseguridades me obligaban a detenerme. Tras ducharnos salimos asta donde se encontraban nuestras cosas y nos vestimos mientras hablábamos de otros temas, dejando de lado el tema del amor por suerte para mi.
Finalmente, salimos los dos juntos del gimnasio, le acompañe asta su moto roja y blanca, limpia y reluciente. Se monto en esta y se puso el casco mientras yo lo miraba desde al lado suyo. Cuando ya estaba listo me estrecho la mano y se fue montado en su moto mientras yo comenzaba a caminar asta mi casa.

domingo, 4 de julio de 2010

SILENCIO(III)


El silencio me mata, me gustaría decirte tantas cosas, tantos sentimientos, y contarte todo lo que siento cuando te veo, pero llegado el momento;estando frente a frente, cuando nuestras miradas se cruzan, siento como pierdo las fuerzas, y como, aunque lo desee, de mi boca no sale sonido alguno.

Ultimamente nuestros encuentros eran mas continuos,llegadas las vacaciones ambos teníamos mas tiempo libre,por lo que íbamos mas a la piscina y casi siempre coincidíamos. Día tras día seguíamos repitiendo la misma rutina, normalmente yo solía llegar antes a la piscina y nadaba un rato, el llegaba mas tarde,mas o menos sobre las ocho de la tarde, y continuábamos nadando cada uno por su lado asta que salíamos del agua e íbamos al vestuario casi al mismo tiempo. Allí, como casi siempre nos quedábamos los últimos, solíamos ducharnos nosotros solos. A mi me daba bastante vergüenza desnudarme delante de cualquier persona, por lo que solía llevar la toalla atada a la cintura, pero el en cambio parecía no tener vergüenza, porque no le importaba pasearse totalmente desnudo por el vestuario,mostrando su musculoso cuerpo tal y como llego al mundo. Tras ducharnos, cada uno se dirigía a una punta del vestuario, y se vestía tranquilamente, sin decir ni una sola palabra.
Ese día llegue al gimnasio un poco mas tarde, me había entretenido yendo de compras, asique cuando entre al vestuario para dejar mis cosas y cambiarme para entrar a la piscina rápidamente vi a aquel chico, abriendo una taquilla para dejar sus cosas, al parecer el también acababa de llegar.
El chico se giro, mirándome a la cara con una tierna sonrisa. De su boca salio una sola palabra que atravesó mi corazón y fue suficiente para sonrojarme;
-hola- dijo aquel chico, poniéndome tan nervioso que era casi incapaz de poder responderle.
-ho..hola- tartamudeé sonriendo, feliz de que me hubiera saludado, y de que por primera vez en todo ese tiempo hubiéramos hablado,por muy breve que hubiera sido.
Abrí una de las taquillas y tras cambiarme deje las cosas dentro de ella, y tras esto me dirigí a la piscina. Estuve nadando una hora y media mas o menos,en la misma calle que aquel chico,asta que nos volvimos a quedar solos. Durante todo ese tiempo no pare de pensar en su voz varonil y tierna a la vez, así el tiempo se me paso bastante rápido, y cuando quise darme cuenta ya era tarde y debía irme. Salí de la piscina rápidamente dejandole nadando solo y fui al vestuario, donde me desnude y me metí en la ducha.
El agua caía por mi piel lentamente. Cerré los ojos, intentando relajarme, y me puse de espaldas a la entrada de las duchas,de cara a la pared. El único ruido que se escuchaba era el de el agua de la ducha cayendo sobre mi, ya que el vestuario estaba totalmente vacío. Me enjabone todo el cuerpo, estaba tan distraído a lo mio que no me di cuenta de que alguien había entrado en el vestuario.
-Esto....hola-dijo una voz a mi espalda, la cual reconocí de inmediato.
Me gire instintivamente tapándome como podía, y vi justo delante mio al chico, totalmente desnudo y sonriendo amablemente. Se le veía tranquilo,como si no le importara estar desnudo delante de mi.
No sabia a donde dirigir mi mirada, pero siempre acababa en el mismo punto, en el lugar donde debería estar su bañador. Note como me sonrojaba mucho y mire hacia el suelo.
-me llamo Arturo,encantado-dijo estirando el brazo para estrechar mi mano.
-e...encantado, soy Cedric-dije estrechando su mano muy nervioso.
-te importa si...-dijo señalando la ducha de al lado de la mía.
-no,no adelante-dije sonriendo amablemente, dejandole que se duchara en esa ducha.
Continuamos duchándonos juntos, yo todavía muy nervioso mientras en se enjabonaba tranquilamente. Terminamos de ducharnos y yo me fui a mi taquilla, sin que me diera cuenta cogió sus cosas y se sentó junto a mi en uno de los bancos mientras me vestía. Ambos nos pusimos la ropa y salimos del vestuario a la vez, y una vez en la entrada nos despedimos con un simple adiós y cada uno se fue por su lado.

jueves, 20 de mayo de 2010

SOLEDAD(II)



Hay días en los que el sol parece no salir para mi, siento que me rodea la oscuridad, y que nadie puede hacerme sentir mejor. O eso pensaba yo hasta que en mi vida se cruzo aquel chico de ojos claros y cuerpo trabajado. Sin saber porque ese chico se había colado en mis pensamientos y no le podía olvidar, me pasaba las horas pensando en el, buscando la manera de volver a verle.
Esa misma tarde,después de ver como se alejaba lentamente en su moto volví andando a casa lentamente,la noche ya había caído y no había casi luz, iba por la calle pensando en esos ojos azules que se me clavaban en el alma. Llegue a casa y abrí la puerta desganado, asique me fui a mi cuarto. Me quite la ropa, quedándome en bóxer, y me puse una camiseta. Acto seguido me metí en la cama ya que no tenía ganas de hacer nada, me puse los cascos y me puse una canción romántica. Continué pensando en él hasta que me quede completamente dormido.
Al día siguiente volví a la piscina con la esperanza de volver a ver ese bañador que me había vuelto loco. Le busque por cada rincón del vestuario deseoso de verle de nuevo, pero no le encontré. Con el bañador puesto salí a buscarle a la piscina,pero tampoco hubo suerte, asique me metí en el agua y comencé a nadar con la esperanza que en cualquier momento entrara por la puerta, pero no apareció. Esto se repitió durante varios días, en los que me pasaba las tardes en la piscina esperando a que volviera,pero el nunca aparecía. Unos días más tarde volví a ir a la piscina, la esperanza de volver a verle había desaparecido. Salte a la piscina e hice varios largos, el tiempo se me paso bastante rápido, mira al reloj y vi que ya era tarde asique hice mi ultimo largo y me dirigí hacia el borde de la piscina. Ya en el borde de la piscina me sumergí durante unos segundos, con los ajos cerrados. Debajo del agua abrí los ojos y pude distinguir, difuminado por el agua, la figura de alguien en el bordillo de la piscina. Sin darle la mayor importancia me impulse con el suelo de la piscina,saliendo del agua de un salto. Una vez fuera me fije más detenidamente en la persona que había a mi lado. Al verlo no me lo podía creer, era aquel chico,al que había estado buscando desde que le vi por primera vez.
Al verlo me volví a quedar embobado y de mi boca no salia ningún sonido por más que lo intentara. Una vez más, nuestras miradas se cruzaron durante una fracción de segundo, en la que yo sentí como mis mejillas se sonrojaban. El chico salto al agua de cabeza, de forma tan perfecta que casi no salpico. Me levante del bordillo y me aleje un poco de la piscina, mirando como aquel chico trabajaba su cuerpo nadando a diferentes estilos. Estuve un buen rato mirándole, pero ya era bastante tarde y si no volvía a casa rápido tendría bronca con mis padres, y no tenia muchas ganas.
Así me dirigí al vestuario, me pegue una ducha rápida para quitarme el cloro y me vestí, estando solo en el vestuario. Cuando termine de vestirme cogí todas mis cosas de la taquilla y fui hacia la puerta del vestuario, pero cuando iba a abrirla escuche el ruido de alguien entrando al vestuario desde la piscina, me gire y vi asombrado por su cuerpo que era ese chico. Una vez mas nos miramos el uno al otro, y sin decir nada nos dimos la vuelta y cada uno se fue hacia su lado,el parecía dirigirse hacia las duchas, mientras que yo salia por la puerta del vestuario.
Después de eso me fui andando a casa, feliz de haberle vuelto a ver, andando por la calle pensando nuevamente en el, en sus ojos, es su cuerpo perfecto gracias a la natación, en ese piercing en el labio que le quedaba genial....

sábado, 8 de mayo de 2010

LLUVIA(I)



Las grises nubes tapan totalmente los rayos de sol, y en la ventana de mi habitación se empiezan a ver las primeras gotas que caen tímidamente anticipando lo que se aproxima. Al otro lado de la ventana miro con envidia a todas la gotas de agua que caen del cielo y en mi cabeza los únicos pensamientos que hay son; “lo que daría por tener la libertad de una gota de agua”. La vida de un chico de dieciséis años tiene muchas obligaciones, y en esta etapa de mi vida, en la que me estaba planteando muchas cosas, estaba siendo muy difícil para mi cumplirlas todas.

Aun estando rodeado de familia y amigos me sentía solo, diferente a los demás,extraño, lo que me hacia refugiarme en mi propio yo, cerrándome a los demás. Me pasaba las horas muertas pensando en todo lo que me sucedía y en los cambios que estaban sucediendo en mi vida, en mi cabeza se amontonaban los pensamientos sobre lo que seria de mi en el futuro,sobre el camino que querría recorrer durante el resto de mi vida.

Como cualquier otro día estaba solo en mi cuarto pensando y viendo la lluvia por la ventana. Tenia que hacer algo para distraerme o sino me volvería loco. Salí de mi casa en dirección al gimnasio ya que cuando quería pensar me gustaba ir al la piscina, aunque no solía ir ya que no me gustaba mostrar mi cuerpo.fui andando por la calle hacia el gimnasio, sintiendo la lluvia caer sobre mi. Entre y fui rápido hacia los vestuarios, me cambie de ropa y deje todas mis cosas en la taquilla. Me dirigí hacia la puerta que comunicaba los vestuarios con la piscina, abriéndola lentamente.

Entre a la piscina mirando hacia todos lados, a la vez que me tapaba con la toalla. Deje las cosas a un lado y mientras que me acercaba al borde de la piscina miraba de arriba abajo a toda la gente. Ya en el borde de la piscina calenté y me prepare para zambullirme. Salte al agua de cabeza, salpicando un poco, y buceé unos metros. Continué nadando dando un par de largos hasta que volví a parar en el borde desde el que salte, saque la cabeza para respira apoyándome en el borde. Me percate de que había alguien en el bordillo a punto de saltar. Junto a mi mano se encontraban sus pies, desde los cuales empece a mirarle detalladamente. Empece a escanearlo por las piernas, las cuales parecían depiladas ya que tenia nada de bello. Fui subiendo hasta llegar al bañador, un bañador azul y ajustado que dejaba muy poco a la imaginación, y luego continué por su estomago en el cual se marcaba una buena tableta, fruto de muchas horas de entrenamiento. Mas arriba se le veían unos pectorales y unos brazos fuertes y firmes, al igual que las piernas sin nada de bello por ningún lado. Por fin llegue a la cabeza; bajo sus labios,en el lado izquierdo, se apreciaba un pequeño piercing, el pelo era corto y oscuro, pero lo que más atraía la atención de su cara eran unos magníficos ojazos azules como el agua. Le miraba como hipnotizado por eso preciosos ojos que me dejaban sin respiración.

En una milésima de segundo el chico me miro, y nuestras miradas se cruzaron, note como me sonrojaba por la vergüenza y sin que ninguno dijera nada el chico salto, cayendo de cabeza a la piscina y luego continuo nadando como si nada. Al poco rato volví en mi y continué nadando detrás de él, sin poder sacármelo de la cabeza. Al rato vi como salia de la piscina y se iba hacia los vestuarios, continué nadando un rato más y después salí del agua, me seque, cogí mis cosas y fui hacia los vestuarios. Entre y me dirigí hacía la taquilla donde estaban mis cosas, mire y vi al chico al otro lado del vestuario, de espaldas y solo con los bóxer blancos y azules. Al parecer ya se había duchado y se estaba vistiendo, le miraba disimuladamente mientras se ponía los pantalones y la camiseta. El chico salio del vestuario, y yo me duche lo mas rápido que pude para poder seguirlo. Me vestí rápidamente y salí corriendo de allí en busca del chico, cuando llegue a la puerta pude ver a aquel chico poniéndose el casco y montándose en la moto. Mientras el chico se iba alejando en su moto no podía dejar de pensar en el y en que me sonaba de haberlo visto antes.